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Mazda CX-50 Grand Touring LX AWD: espaciosa, lujosa y con una figura muy llamativa
Probamos la nueva Mazda CX-50 en su versión Grand Touring LX con tracción AWD, un SUV que se convierte en un rival difícil de vencer en su categoría.
Mazda ya ofrece en Colombia la nueva CX-50, un modelo inédito para la marca y que complementa a la CX-5. Es un SUV que sobresale por tener un enfoque aventurero en su diseño, aunque comparte su plataforma y otros componentes con la CX-30, configurando así un vehículo más robusto.
Hay que recordar que la marca está reinventando su portafolio de camionetas y hace parte de esta nueva generación de modelos, que más adelante se complementará con las nuevas CX-60 y CX-90. Por lo pronto este SUV se ofrece en dos niveles de equipamiento: Grand Touring y Grand Touring LX AWD, ambas con motor aspirado SkyActiv-G de 2,5 litros.
Estilo
Mazda tomó como punto de partida su diseño Kodo, pero configuró un vehículo totalmente diferente, con una postura más ancha y aspecto musculoso. Al final, logra verse completamente diferente a la CX-5 y cualquiera de los otros SUV de la marca.
De hecho el frente es más imponente gracias a esta ancha parrilla de color negro, con malla deportiva, y unos faros LED alargados de dos focos, mientras que el bomper tiene esta gran moldura inferior de color negro y tomas de aire funcionales en los costados. Y en lugar de elementos cromados o en el color de la carrocería, aquí predomina el color negro.
A los lados hay unos hombros muy marcados, con unos pasos de rueda semi circulares y gruesos protectores negros, que hacen juego con los bajos. Los espejos, montados en la puerta, son de color negro y las barras de techo tienen un acabado plateado. En general, sus líneas son un poco más rectas y por eso es más alargada. Para completar esa espectacular figura hay rines bitono de 20 pulgadas, con llantas en medida 245/45 R20.
Tiene una generosa distancia respecto del suelo de 21,8 centímetros, un dato importante para este modelo de enfoque aventurero.
Vista desde atrás, sus stops LED siguen la misma firma luminosa de los faros delanteros y también hace presencia un robusto bomper, con una gran porción de color negro y cavidades que simulan tomas de aire. También llaman la atención las dos salidas de escape y la gran compuerta es de apertura electrónica.
Esto nos da acceso a un baúl con 456 litros de capacidad, una cifra acorde a otros vehículos de su segmento. Es una camioneta práctica y el respaldo, dividido en proporción 60/40, se puede plegar para ampliar la zona de carga. Al igual que los demás modelos de la marca, su llanta de repuesto es de tamaño reducido y está bajo una cubierta especial.
Como ven, el resultado es un vehículo más imponente que la CX-5 y por dimensiones, es uno de los más grandes del segmento. Mide 4,72 metros de largo, 1,92 metros de ancho, 1,62 metros de alto y cuya distancia entre ejes es de 2,81 metros. Esto se traduce en un interior bastante espacioso, una de sus mejores cualidades.
Interior
Por dentro, la Mazda CX-50 sigue la tendencia de otros modelos de la casa, con unos acabados muy lujosos. Se destacan las múltiples molduras metalizadas, las superficies acolchadas, el esbelto volante de tres radios que ofrece buen tacto y unos asientos muy confortables. También hay salidas de aire verticales y la costura terracota que hace contraste con el resto del tablero.
En cuanto al puesto de mando, me gustó más la posición de manejo que la de la CX-5. Sus sillas delanteras son totalmente eléctricas, con memorias para el conductor. Mientras que el panel de instrumentos tiene un computador de siete pulgadas y algunos medidores análogos. Esto se complementa con el Head-up Display, accesorio que no traen muchos modelos en su segmento.
En el centro sobresale la pantalla de diez pulgadas para gestionar la interfaz Mazda Connect, con su respectivo botón multicomando. Tiene conectividad Apple CarPlay y Android Auto, cargador inalámbrico y sonido Bose de 12 parlantes, así como una toma de 12V y varios puertos USB-A. Su superficie es táctil cuando el vehículo está detenido, pero la función se desactiva al iniciar la marcha.
Más abajo están los mandos del climatizador automático bizona y un detalle a destacar son las sillas delanteras con calefacción. También hay múltiples cavidades para dejar objetos y una consola central bastante ergonómica, aunque se debe tener cuidado con la moldura de Piano Black. Por su parte, la tapa del compartimiento central sirve de apoyabrazos.
En dicha área están comandos como selector de modos de manejo MI-Drive, funciones de la pantalla y el botón del volumen en el lado del pasajero. También está la superficie de carga inalámbrica. Importante resaltar que solo en la Mazda CX-50 Grand Touring LX encontramos la cojinería de cuero perforada y en color terracota, con una franja de color negro.
En cuanto al resto del equipamiento encontramos apertura inteligente de puertas, botón de encendido, retrovisores plegables, vidrios one-touch, sensor de luz y lluvia, siete airbags, ABS con EBD, controles de estabilidad y tracción, faros Full LED, freno de parqueo electrónico con AutoHold, sensor de presión de las llantas, anclajes ISOFIX y cámara de reversa con sensores en ambos extremos.
En la parte trasera, la Mazda CX-50 hace gala de un buen espacio para la cabeza y las piernas, por lo cual dos o tres pasajeros pueden viajar muy cómodos, aunque el túnel de transmisión es algo voluminoso. A eso se suman detalles como salidas de aire, puertos USB y apoyabrazos con portavasos. Y un dato importante es que este es el primer modelo de la marca en equipar un techo panorámico.
También está presente la suite de asistencias i-ActivSense, con luces adaptativas, asistente de permanencia y prevención de salida del carril, frenado inteligente delantero, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado posterior, detector de fatiga, control de crucero adaptativo, frenado de emergencia en reversa, monitor con vista 360° y asistente de manejo en tráfico.
Gracias a todo ello logró el “Top Safety Pick” del IIHS para 2023, la distinción en seguridad más prestigiosa de Estados Unidos.
Desempeño
Bajo el capó, la Mazda CX-50 usa el conocido motor aspirado SkyActiv-G de 2,5 litros y cuatro cilindros, que produce 188 hp de potencia a 6.000 rpm y un torque de 252 Nm a 4.000 rpm. La marca señala que puede funcionar sin problemas con gasolina corriente y va acoplado a la caja automática SkyActiv-Drive de seis cambios con levas en el volante. Es exactamente el mismo tren motriz que ya usa la CX-5.
En cuanto al desempeño no hay cifras oficiales de aceleración o velocidad máxima. Pisando el acelerador a fondo en modo Sport, ofrece una respuesta acorde a su peso (1.695 kg en esta versión) y dimensiones. Hay que tener en cuenta que al ser aspirado, pierde algo de rendimiento a la altura de Bogotá (2.600 msnm), por lo cual hay que rodar a altas rpm para obtener mayor empuje.
En ciudad funciona con suavidad, pero en carretera hay que acelerar a fondo si se quiere obtener una respuesta más ágil. También se perciben cambios en la dirección y la aceleración cuando se activa el modo Sport, con un tacto más deportivo en la conducción. De todas formas hay un óptimo balance entre desempeño y consumo, que puede estar en el rango de los 37-44 km por galón.
En las curvas se siente que el ajuste de la suspensión es un poco más rígido que la CX-5, lo que resulta en menos balanceo de la carrocería. Esto se debe a una trocha más ancha, por lo cual es más aplomada y ofrece buena calidad de viaje. En ocasiones el tren de rodaje no filtra tan bien las irregularidades de la vía, pero eso es algo que también sucede en otros SUV con ruedas de bajo perfil.
Esta versión equipada con tracción a las cuatro ruedas i-Activ AWD tiene el selector de modos de manejo Mi-Drive, con programas Normal, Sport y Off-Road. También la función G-Vectoring Control+, que resulta crucial para optimizar el manejo en las curvas. Y un detalle curioso es que la suspensión trasera es de barra de torsión, en lugar del esquema independiente que tienen varios modelos de su segmento.
Para completar, la dirección es bastante precisa y eso ayuda a maniobrar, incluso en espacios reducidos, a pesar de tener un largo capó. En cuanto a los frenos, tienen esa sensación de ser un poco largos, algo típico en la marca. Y fuera del asfalto se defiende bien, poniendo en evidencia sus diferencias con la CX-5, pues no sólo es más robusta, sino que también hay mejor distancia respecto del suelo.
Conclusión
Todas esas características hacen que se sienta más lujosa que cualquier otra opción de su mismo precio. Me gustó su espectacular diseño, acabados, alto nivel de confort, nivel de seguridad y la ventaja de funcionar con gasolina corriente. Quizá la principal observación es que la marca decida traerla con el motor turbo o alguna opción híbrida más adelante.
La CX-50 no viene a reemplazar la CX-5, sino que Mazda complementa su portafolio con una opción que tiene mayor enfoque off-road. Creo que es un rival difícil de vencer y una alternativa a tener en cuenta entre los SUV compactos. Para completar, el hecho de ser producida en Estados Unidos favorece su precio y disponibilidad en nuestro país.
En video: Mazda CX 50 🔥 ¿La mejor de su segmento? 🔥 Prueba – Reseña (4K)
En Autosdeprimera: Mazda arrasa en los premios de seguridad «Top Safety Pick» del IIHS
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Opel Crossland Elegance: Llama la atención por su estilo y versatilidad
Pusimos a prueba el Opel Crossland, el modelo más vendido de la marca en Colombia en su versión Elegance, la más equipada.
Opel llegó a Colombia en 2021 con un portafolio conformado por SUV y vehículos utilitarios. Además de la Grandland que ya tuve la oportunidad de probar, la marca alemana también ofrece el Crossland, un pequeño crossover fabricado en España y que adopta tecnologías y motores de otras compañías del grupo Stellantis.
Sin embargo, tiene toda la identidad de la marca en su diseño, pues ya emplea el lenguaje estético de sus productos más recientes en Europa, como Astra o Mokka. Actualmente este crossover es el modelo de entrada de Opel en Colombia y se ofrece en versiones Edition y Elegance, siendo esta última la que tengo a prueba.
Estilo
Se trata de un crossover muy llamativo y todas las versiones vienen con un acabado bitono, con el techo negro, y diversas molduras cromadas, que le dan un aspecto más elegante. Algo curioso de este modelo es que el estilo de su carrocería combina las formas de un SUV con las de un monovolumen, por lo cual es inconfundible.
Como ya les mencioné, el Crossland integra la nueva filosofía estética de Opel y eso se nota en la parte frontal, que cuenta con el “Opel Vizor”, un conjunto conformado por la gran moldura negra con el logo central y los faros Eco LED con luz diurna incorporada, que se complementan con unas pequeñas exploradoras LED.
En realidad, la abertura horizontal y la gran toma de aire en el bomper se encargan de canalizar aire fresco al motor. Cuenta con una moldura plateada que le da un look más robusto y en la parte inferior hay un protector negro. Sin embargo se debe tener cuidado con dicho “babero”, pues tiende a rasparse en los destapados.
En la vista lateral es donde más se nota esa mezcla entre monovolumen y SUV, pues el parabrisas está muy inclinado. Mientras que los bajos de Crossland, en color negro, hacen contraste con los cromados y las barras de techo. Un detalle curioso que la esquina del stop y el bisel cromado se extienden y se unen en el paral C.
Y quizá el rasgo más distintivo de la versión Elegance frente a la Edition son los rines. En este caso son de 17 pulgadas de color negro con los bordes diamantados y calzan unas llantas en medida 215/50 R17.
La parta posterior también es muy llamativa, con una franja de color negro, el emblema del modelo en este lugar y unos stops LED oscurecidos, que siguen la misma firma luminosa de la parte frontal. Aquí tenemos un gran bomper de color negro y un ski plateado, que deja oculta la salida de escape y tras la compuerta, se encuentra un baúl con 410 litros de capacidad.
Además, el respaldo es plegable y está dividido en proporción 60:40, lo cual permite ampliar la capacidad del baúl hasta 1.255 litros. En general es espacioso y permite acomodar objetos grandes con suma facilidad, pero su llanta de repuesto es de tamaño reducido.
En cuanto a dimensiones, mide 4,22 metros de largo, 1,82 metros de ancho, 1,60 metros de alto y su distancia entre ejes es de 2,60 metros. Esto lo sitúa en una de las franjas más competitivas del mercado local, con rivales tan destacados como Chevrolet Tracker, Citroen C4 Cactus, Seat Arona o las VW T-Cross y Virtus.
Vale la pena recordar que este modelo debutó originalmente en 2017, fue actualizado en 2020 y está construido sobre la plataforma PF1, que comparte con los Citroën C3 Aircross y el Peugeot 2008 Style.
Interior
Por dentro, el Crossland tiene ese aspecto sobrio, típico de los modelos Opel, con piezas de color negro y algunas molduras grises. Si bien hay algunas superficies blandas, predominan los plásticos rígidos y a pesar de ser concebido por PSA, todavía se nota la herencia de General Motors en su diseño y algunos acabados.
Como buen auto de origen alemán la ergonomía es buena y los principales comandos están a la mano y son fáciles de usar. Por su parte el volante se ajusta en altura y profundidad, mientras que la silla tiene ajuste lumbar eléctrico y resulta ser bastante cómoda, incluso en los viajes largos. Además tiene un apoyabrazos integrado y un extensor en el cojín para dar más soporte a los muslos.
Hablando del puesto de mando, se nota un aire a GM en algunos elementos. De todas formas tienen un estilo moderno y los medidores análogos se combinan con un pequeño computador a bordo donde se proyectan datos de la conducción, el cual es algo confuso de usar, pues se gestiona desde la misma palanca de las plumillas.
En el centro está la pantalla táctil de siete pulgadas, que también se puede gestionar con los mandos del volante. Cuenta con conexión Apple CarPlay, Android Auto y Mirror Link, a lo cual se suma la cámara de reversa con vista 180° y unos botones de acceso rápido para diversas funciones, entre ellas el volumen. Más abajo están los mandos del climatizador bizona y los puertos USB.
También resalta la moldura metalizada que rodea la palanca de cambios, con unas teclas para activar o desactivar algunas funciones de manejo. Para completar, el freno de parqueo es mecánico, a su lado están los portavasos y hay otro compartimiento, en el cual los objetos quedan a la vista. Finalmente, las sillas vienen tapizadas en tela bitono, con un vistoso aplique en la parte superior.
Pasando a la parte posterior, noto que hay buena altura para la cabeza y también espacio suficiente para las piernas, incluso con la silla en mi posición de manejo. Dos personas van muy bien sentadas y hasta un tercer ocupante podría ir cómodo, pues el piso es casi plano. Sin embargo para un modelo de este perfil ya hacen falta salidas de aire, un apoyabrazos y más puertos USB.
En el equipamiento de esta versión Elegance también hay un techo panorámico fijo, cuyo vidrio no se puede abrir, pero cuenta con una cortinilla eléctrica para regular la entrada de luz al habitáculo. Otros accesorios incluidos son llave de proximidad, botón de encendido, sensor de luz y lluvia, control de crucero, vidrios one-touch, espejos plegables, retrovisor electrocrómico y el asistente de parqueo Park Assist.
Pero lo más interesante de la configuración para Colombia es la dotación en términos de seguridad. Ambas versiones cuentan con seis airbags, ABS, control de estabilidad y tracción, asistencia de arranque en pendientes, monitor de presión de llantas, anclajes ISOFIX y alerta por cambio de carril.
Además, esta versión Elegance también tiene sensor de punto ciego y luces adaptativas. Y desde finales de 2022 también agregó otras ADAS, como alerta de colisión frontal, con frenado automático de emergencia y detección de peatones.
Desempeño
Al compartir su plataforma con modelos de origen PSA, el Opel Crossland llega a Colombia con una propuesta mecánica similar. Bajo el capó encontramos el conocido motor PureTech de tres cilindros y 1,2 litros, que en esta ocasión entrega 110 hp de potencia a 5.500 rpm y 205 Nm de torque a 1.500 rpm. Solamente se ofrece con caja automática de seis cambios, con modo secuencial.
No son cifras elevadas, pero el Crossland es liviano y eso favorece su desempeño. Al acelerar hay algo de lag a bajas rpm pero la respuesta es buena y para que se hagan una idea, está al mismo nivel de rendimiento de una VW T-Cross o Nivus. La ficha técnica no indica una cifra oficial de aceleración, ni de velocidad máxima.
Andando en ciudad y a ritmos relajados se comporta con suavidad, pero si se desea tener mayor empuje es recomendable llevarlo por encima de 2.000 rpm. Además la caja no es muy rápida, pero ayuda a mantener el motor en su régimen óptimo de revoluciones y en general el tren motriz es bastante refinado en cuanto a vibraciones, a pesar de tener el ruido característico de un tres cilindros.
Definitivamente lo mejor de este modelo es el chasis y la suspensión, pues la marcha es bastante cómoda, ya que absorbe bien las irregularidades del camino y al mismo tiempo, se siente sólido y cruza muy bien en las curvas. La verdad es que transmite mucha confianza al volante y eso nos permite llevarlo a ritmos rápidos, pues la carrocería no tiende a inclinarse tanto y su dirección es muy precisa.
Lo mismo sucede con los frenos, de disco en las cuatro ruedas, una característica poco frecuente en este tipo de modelos. Todo eso en conjunto convierte al Crossland en un vehículo adecuado para viajar por carretera, con el plus de ser muy maniobrable en ciudad, pues ofrece una buena visibilidad en casi todas las direcciones y resulta ser muy confortable en el tráfico urbano.
En cuanto a consumos, el promedio durante la prueba fue de 51,4 km/galón, con picos de hasta 38 km/galón en ciudad y poco más de 60 km/galón en carretera. Les recuerdo que el fabricante recomienda el uso de gasolina Extra en este motor y todo ello puede variar dependiendo del tipo de conducción y las condiciones de la ruta.
Conclusión
Al final, la falta de ciertos detalles de confort, unas pantallas más modernas, elementos adicionales de tecnología y algo más de lujo en sus acabados son puntos por mejorar, pero me gustó su versatilidad, el comportamiento dinámico, su rendimiento general y la favorable oferta en seguridad desde la versión de entrada. Además se trata de una opción diferente en un segmento tan competitivo.
Tras el buen legado que dejaron modelos como Corsa, Monza o Zafira, Opel va ganando su lugar en Colombia y el Crossland es una pieza clave en dicha estrategia. Es una opción ideal para quien busca un vehículo familiar con buenas prestaciones, fácil de usar en el día a día y que se diferencie de ofertas más tradicionales por su estilo y el origen 100% europeo.
Mira aquí en video la prueba del Opel Crossland en su versión Elegance
En Autosdeprimera: El Opel Crossland supera las 500.000 unidades producidas a nivel global
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Honda City LX Sedán: Un confortable y eficiente auto de carácter familiar
Probamos el Honda City en su versión LX Sedán, que destaca por su estilo elegante, amplio espacio interior y un eficiente tren motriz.
Tras la buena fama que han cosechado los Civic o Accord en nuestro país, Honda refresca su oferta de automóviles en Colombia con la llegada del City. Se trata de un modelo de tamaño más compacto desarrollado para mercados emergentes, que hereda varias características de estilo y confort de sus hermanos mayores.
Se trata de la nueva generación de un auto que ha estado disponible en otros mercados de la región desde hace varios años, pero que por primera vez incursiona en nuestro país en carrocerías sedán o hatchback, cada una con dos niveles de equipamiento: LX (que tuve oportunidad de probar) o EXL.
Para que se vayan haciendo una idea acerca de este modelo, es importante resaltar que entre sus principales rivales encontramos a Chevrolet Onix, Hyundai HB20, Mazda 2, Nissan Versa, Toyota Yaris o Volkswagen Polo y Virtus.
Estilo
Gracias al estilo Solid Wing de la parte frontal, el City tiene un aspecto elegante y la forma de esta barra cromada y los alargados faros halógenos me recuerdan al Civic. El conjunto se complementa con las luces diurnas LED y tomas de aire horizontales, mientras que a los lados del bomper hay unas cavidades negras, donde van las exploradoras en la versión EXL.
A los lados, vemos un diseño muy limpio, en el que destaca el pliegue que se proyecta desde los faros delanteros y va hasta los stops. Un detalle que me gusta son los espejos montados en las puertas, con sus direccionales LED y en esta variante hay rines de 15 pulgadas, con llantas en medida 185/60 R15.
En cuanto a la parte trasera, la visual también es atractiva, pues el pliegue de la tapa del baúl simula un spoiler y esta parte de los stops LED sobresale del resto del conjunto óptico. Para rematar, hay un par de reflectivos en la parte inferior del bomper y curiosamente, la salida de escape queda totalmente oculta. Pero el City no solo ofrece un buen aspecto, sino también una gran funcionalidad.
Esto se debe a un enorme baúl de 519 litros de capacidad y cuya tapa se puede desbloquear desde la llave. Es uno de los más amplios de su segmento e incluso, ofrece más espacio que muchos SUV y sedanes más grandes, pues también cuenta con asiento plegable en proporción 60/40. El único detalle es que la llanta de repuesto es de tamaño reducido.
Hablando de dimensiones, este sedán tiene una característica muy particular y es que por su tamaño queda situado entre los sedanes pequeños y los compactos. Mide 4,54 metros de largo, 1,74 metros de ancho y 1,47 metros de alto; mientras que su distancia entre ejes es de 2,60 metros. Hay que resaltar que cuenta con la estructura ACE, que ofrece más protección y seguridad ante un choque frontal.
Interior
Por dentro, el Honda City sigue el mismo concepto del exterior y presenta un diseño elegante y moderno, en el que a pesar de tener plásticos duros en muchos lugares, estos presentan un buen acabado y tienen tonalidades oscuras. Se complementan con algunos bordes metalizados y superficies en negro piano.
Su cabina está concebida bajo la filosofía M&M de Honda, la cual busca otorgarle el máximo espacio a los ocupantes y el mínimo espacio a los componentes mecánicos. Eso se nota en la ergonomía y el confort general del carro, pues todos los comandos están cerca del conductor y la postura de manejo es muy cómoda, pues el volante se ajusta en altura y profundidad de forma manual.
Un punto importante son las sillas, que son bastante cómodas gracias a la tecnología G-Frame, con estructura anti-fatiga en su interior. Se trata de un marco especial en el interior, que se combina con unas espumas especiales que ayudan a sostener firmemente la pelvis, evitando su desplazamiento. Esto permite que el cuerpo se mantenga estable, haciendo más cómoda y segura la conducción
Al igual que en sus rivales, el panel de instrumentos es análogo y se complementa con un centro multimedia con superficie táctil de ocho pulgadas. Además de contar con conectividad Apple CarPlay/Android Auto, tiene un sonido de cuatro parlantes. Pese a que es fluida y fácil de usar, es algo opaca y pierde brillo con la luz del sol.
Más abajo están los controles del aire acondicionado, que es de una sola zona y podemos encontrar una cavidad para dejar objetos y los puertos USB. Aquí están unos portavasos, que son algo pequeños y en general, al auto le hacen falta espacios más amplios para dejar objetos. Finalmente está la palanca de cambios con este aplique en negro piano y el freno de parqueo mecánico.
Tanto adelante como atrás, el City se percibe como un carro muy amplio, con buen espacio para la cabeza y las piernas, incluso con la silla en mi posición de manejo. Tres personas pueden viajar con total confort, pues el piso es casi plano y además hay un apoyabrazos central con portavasos. La falta de puertos USB o salidas de aire se compensa con la tapicería en cuero, que viene de serie en las dos versiones.
Hablando de equipamiento, el Honda City LX también cuenta con espejos plegables, botón de encendido, vidrios eléctricos one-touch y cámara de reversa multiángulo, entre lo más relevante. Por su precio podría contar con un sunroof y añadir algunos elementos adicionales de confort, que incluso vienen en sedanes más pequeños.
Al hablar de seguridad, hay frenos ABS con EBD, control de estabilidad, asistente de arranque en pendientes, anclajes ISOFIX, sensor de presión de las llantas y seis airbags. Sin embargo la única asistencia de manejo avanzada en la versión LX es la función de cambio de carril, por lo cual queda en deuda frente a sus rivales.
Desempeño
Debajo del capó, el Honda City emplea un motor aspirado de cuatro cilindros y 1,5 litros i-VTEC con doble árbol de levas y 16 válvulas. Entrega 122 hp de potencia a 6.000 rpm y 145 Nm de torque a 4.300 rpm, los cuales son gestionados por una caja CVT con modo de manejo Sport y botón Econ.
Puede que no tenga turbo, ni tampoco sea de alta cilindrada, pero es un carro muy liviano y solo pesa 1.156 kg, lo cual permite tener una relación peso/potencia de 9,5 kg/hp. Esa cifra incluso es mejor que la de rivales con motores sobrealimentados.
En general, tiene el rendimiento suficiente para un sedán familiar, con una respuesta progresiva y elástica, pues a pesar de la CVT no es un auto lento. Esto se debe a que la caja entiende mejor cuando se requiere mayor aceleración o cuando se rueda a un ritmo tranquilo, aunque el motor a veces puede ser muy ruidoso.
Lo mejor de todo es que es un carro muy cómodo, pues la suspensión es bastante suave y absorbe muy bien todos los baches y algunos desniveles. Además la dirección permite guiarlo con confort, sobre todo en ciudad, algo que es ideal para soportar el tráfico diario. De todas formas ofrece buen control en las curvas y sin tener un tacto deportivo, ofrece una conducción precisa.
Este temperamento tranquilo tiene una gran ventaja en cuanto a los consumos, pues sin mayor esfuerzo le podemos sacar a este sedán unos 50 km/galón de gasolina corriente; un dato importante cuando se habla de un sedán familiar.
Al final, el Honda City cumple muy bien su tarea de ser un sedán familiar con un estilo elegante, destacándose en aspectos como confort, espacio o consumos de combustible, tal como demandan los compradores. Pero no se puede pasar por alto que algunos de sus rivales ya ofrecen asistencias de conducción avanzadas, motores turbo y un elevado nivel de conectividad.
Conclusión
Honda finalmente se animó a traer el City a Colombia, un auto que hacía falta en su portafolio y que ayudará a aumentar la legión de fieles seguidores de la marca japonesa en el país. Tiene buenos argumentos para conquistar a la clientela, pero le espera una dura pelea contra modelos muy conocidos, por lo cual el precio, la garantía y la reputación de la marca serán factores decisivos para alcanzar el éxito.
- Precio de la versión probada: City LX CVT 4D: $104.990.000 (diciembre 2022)
En video: Honda City 🔥 Así es el nuevo sedán de la marca japonesa 🔥 Prueba – Reseña (4K)
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